domingo, 29 de junio de 2014

Las Entrevistas.


Me hicieron pasar, mi entrevistadora era una chica joven, carismática y metódica. Me sentí cómoda con ella, saco mi CV y comenzó a hacerme preguntas, muchas preguntas, todo lo relacionado con las fecha de los trabajos anteriores, mis últimos estudios en Lima, que porque había dejado mi último trabajo, que hacia ahora? , que como me organizaba? Me pregunto cuántos hijos tenia, dije dos, pregunto sus edades, dije 4 y 1 años, y me pregunta cómo lo haré en caso de que regrese a trabajar, le explico que es solo es cosa de organización, me dice, como animándome, si se puede, Yo trabajo desde que mi hijo tiene 1 año , ahora tiene 5 , y si se puede. Me sigue preguntando, porque he decidido trabajar ahora y no antes, en conclusión, me hizo muchas preguntas, yo iba preparada para todas y me sentí segura al responderlas, además ella con su empatía hizo muy fácil la conversación.

La entrevista fue extensa, entramos de lleno a lo del trabajo y me pregunto en que área quería desarrollarme, ya que yo no iba por ningún puesto en específico, le dije que a pesar de que tenía mucha experiencia en ventas, esta vez quería enfocarme a lo que estudie últimamente, ósea áreas que tuvieran que ver con el diseño de modas. Mencione Visual, Compradora, Área de diseño.

Me pregunto sobre mi experiencia en esas áreas, a las cuales lamentablemente tuve que contestar que no tenía experiencia, pero que de acuerdo a mis otras experiencias laborales, soy una persona que aprendo rápido y que tengo la base de una buena empleadora.
A pesar de mi miedo de hablar del vacío de varios años sin trabajar, ella misma me dijo, has estado sin trabajar, pero has hecho muchas cosas, estudiar , ser mamá, etc. me sentí muy apoyada, no sé si porque ella era mujer, madre, o porque simplemente no ve en ello un problema, si no , una ventaja.

Llego el momento que menos quería, pero para el que más me había preparado, aspiraciones de sueldo. A pesar de que di respuestas objetivas, inteligentes, también decidí hablar con sinceridad. Dar a entender que el sueldo es importante, pero también una oportunidad para re insertarme, adquirir experiencias. Ella quedaba satisfecha  con las preguntas, pero insistía que diera números, ante eso uno no puede escapar, así que hice que me preguntara cuanto ganaba en mi último trabajo, para darle un número, y luego recalcarle lo que le venía diciendo sobre que también estaba dispuesta a empezar de más abajo para aprender . Uffff al fin se terminó ese tema.

Hablamos un poco más, de los horarios y días de trabajo. Yo ya me sentía más tranquila, me hizo llenar un formulario y me dijo que ella veía en mi potencial para una de las áreas a las cuales les había mencionado y que me derivaría para otra entrevista con la gerente del área. Que estarian en contacto conmigo.

Nos despedimos, salí de la oficina y me fui a casa, esperanzada….

Me sentía contenta, hace mucho tiempo que no iba a una entrevista de trabajo y me gusto sentirme ejecutiva, jajja, ir a una oficina, pasar por un café, rodearme de gente que trabajaba, muchas mujeres, madres, me dio ánimo para seguir con mi objetivo.

En dos semanas más me llamaron nuevamente para concretar una entrevista con la gerente del aérea a la cual quería postular.

Esta vez, nada de que ropa me pongo, ya sabía cómo ir y sentirme linda y segura. Me prepare investigando sobre el tema en específico.

Llegue a la entrevista, temprano como de costumbre, más segura que nunca. La entrevistadora era otra mujer, también joven y muy amable.

La entrevista ya no fue con CV en mano, si no enfocado solo al área, me mostró una presentación de lo que hacía, y le dije que mientras más veía sobre el tema, más me gustaba, me hablo de horarios y de que era un trabajo de mucha presión. Mientras ella me explicaba sobre las labores que se debían desempeñar yo me imaginaba en eso totalmente.
Me  dijo, tienes hijos no? Si dos y dije sus edades y me dice wouuu!! Tienes una bebita, y como harías, a lo cual vuelvo a responder que será solo cosa de organización. Me cuenta una historia personal. Me cuentas que el Viernes pasado, tuvo que quedarse a trabajar hasta tarde y tenía reunión con el gerente general y que mientras hablaba con él se acordó que tenía que mandar un queque al jardín de su hijo, termino la reunión, paso por un supermercado, compro los ingredientes, llego a su casa tarde y cansada y preparo el queque, al otro día su hijo se fue al jardín con su queque y feliz de la vida, él ni enterado de lo tarde que ella se había acostado. 

Me intimide un poco y me dijo que me contaba esa historia porque a veces en este trabajo podría ser así y que  yo tenía que estar muy convencida de querer trabajar ahí. Me decía que muchas veces ella quisiera estar en su casa con su hijo, pero tampoco se sin trabajo, por lo que debe tener un equilibrio y darle a su hijo todo el tiempo de calidad que posible.

La entrevista fue nuevamente muy amena y concluyo con, ahora no hay un puesto liberado para lo que quisieras postular, me alabo y me dijo que estaba sobre calificada para el puesto y que cualquier novedad se comunicarían conmigo.

Nuevamente me fui feliz, me vi reflejada en ella, como profesional como mamá.


Ahora, no queda más que esperar, aunque no lo hago de brazos cruzado, sigo en búsqueda por muchos lados. Algo saldrá, estoy convencida de eso.

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